Emergencia climática

¿Puede una asociación de vecinos reducir el cambio climático?

Bárbara Calvente

Imagina un movimiento global que haya empezado por una asociación de vecinos.
Sé que suena un poco raro, pero es posible.

Empezamos por el problema que queremos resolver, el cambio climático. Típico problema que la mayoría de la gente está cansada de escuchar o al que no dan importancia, pero que aún así es bastante grave y forma parte de nuestro día a día aunque no nos demos cuenta.

Imagina que estás en una asociación de vecinos que quiere pausar o ralentizar el cambio climático, aunque sea organizando iniciativas en su pueblo o ciudad, puede contribuir a la solución tomando acción en su entorno. Por ejemplo, en mi colegio ya hemos empezado con sistemas de reciclaje desde varios puntos de vista, maquetas, reciclando, decorando el colegio, etc.

Estos pequeños gestos, aunque no lo creas, pueden ayudar en el futuro. 

Nuestro problema es que no miramos el cambio climático desde todos sus puntos de vista, y con ello dejamos atrás sus causas y muchas consecuencias. Por ejemplo, las migraciones climáticas pueden traer con ellas la expansión de enfermedades, los aumentos de temperatura cambian los patrones climáticos y alteran el equilibrio habitual de la naturaleza, o la descongelación de los polos provoca el aumento del nivel del mar causando inundaciones.

Dados los anteriores ejemplos que nos afectan en el día a día, me gustaría daros datos más contundentes, mediante noticias de la ONU.

En una noticia publicada el 19 de mayo de 2022 se indica que la cifra récord en las migraciones supera cuatro millones más de personas desarraigadas que en 2020. Una de las causas es la que explique anteriormente, porque las migraciones no se producen solo por guerras, sino también por el cambio climático: incendios, sequías, tormentas… ponen en riesgo uno de cada tres sitios naturales y uno de cada seis sitios del patrimonio cultural, pero también la vida de las personas.

Asimismo, otra noticia publicada el 31 de mayo de 2022 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la industria tabacalera no sólo daña la salud humana: también estropea el medio ambiente y debe hacerse más responsable de la destrucción que causa. La agencia precisó que en la producción de tabaco, cada año se destruyen 600 millones de árboles y 200.000 hectáreas de tierra, se gastan 22.000 millones de toneladas de agua y se producen 84 millones de toneladas de CO2.

Pero no todas las noticias son malas. Por ejemplo, en la publicada en la conferencia “Cuidemos juntos de nuestros océanos”, copatrocinada por Portugal y Kenya, representantes de ambos países proponen soluciones valorando el papel de estos ecosistemas en nuestras vidas y cuestionan cómo garantizar su conservación, así como el uso sostenible de los recursos marinos.

Otra revelación importante, al menos para mí, es la noticia publicada el 5 de junio de 2022, donde se afirma que los videojuegos podrían representar una nueva forma de conectar con las personas y comprometerlas con la lucha contra el cambio climático.

El videojuego Misión 1.5, lanzado por la ONU, hace que los jugadores emitan un voto sobre qué estrategias serían más exitosas para enfrentar la crisis climática y educa a sus usuarios en cuáles son las soluciones al calentamiento global. Esta industria tiene el alcance potencial de influir en el comportamiento de las personas, sobre todo de los jóvenes. 

Una vez compartidos estos datos me gustaría dar información que creo que aportaría a nuestro planeta desde la mayoría de los puntos de vista.

Primero me gustaría pedir que se reduzcan las tasas de recursos naturales utilizados para el tabaco, ya que suponen una gran cantidad y generan un gran impacto natural. También tener mejores planes de acogida para la gente que tiene que emigrar de sus países por desastres naturales del cambio climático. O ideas como una producción más abundante de productos eco y biodegradables, que contribuyen a la conservación del medio ambiente.

Con todo lo dicho me gustaría volver a nuestra pregunta inicial: ¿puede una asociación de vecinos reducir el cambio climático?

Yo diría que sí, cómo hacer una movilización global sin empezar por una local. No hace falta una asociación muy grande, incluso en tu propio grupo de amigos podéis empezar una revolución contra el cambio climático. Os preguntaréis cómo o con quién, y cómo expandirla al mundo exterior… pero es muy fácil. ¿Cuántos recursos tenemos hoy en día para comunicarnos con el mundo entero? Pensadlo.

Los más jóvenes tenemos redes sociales, tiktok, instagram, snapchat, y mucho más. ¿Por qué no ayudamos a los más mayores a entender este movimiento? ¿Por qué no fundamos campañas con el paso del tiempo? Tenemos aparatos con mucho poder en nuestras manos: un móvil, un ordenador, un portátil. Con todo esto empecemos y demos pasos hacia delante, porque mientras no lo hagamos, el cambio climático cogerá ventaja.

Primer ejemplo, empieza con una simple recogida de residuos con tu familia, tus amigos o tu asociación de vecinos, así es como deben de avanzar las cosas, con todos unidos. Segundo, podemos buscar muchas ideas de internet o preguntar a profesores. Tercero, por qué no pensar nosotros mismos, parar un momento y pensar en recuerdos, juegos, bromas… utilizar nuestra creatividad para poder avanzar, porque nosotros los jóvenes somos el futuro. 

Que no nos digan que somos malas influencias. Que no nos digan que no tenemos futuro. Mediante videojuegos, Twitch, Tik Tok, Instagram y todas las redes que tenemos, movámonos. Por donde sabemos movernos, por donde sepamos manejar y tengamos más visibilidad para el mundo entero. Que poco a poco se nos vayan sumando más personas y vayamos creciendo, porque esto depende de nosotros: es nuestro mundo, nuestra naturaleza, nuestra vida. 

Empujemos a toda la sociedad: gente mayor mediante charlas, gente pequeña mediante juegos, los niños pequeños hasta cierta edad aprenden por imitación. Pensadlo, fijaos y os vais a dar cuenta, aprovechad las ventajas humanas y frenemos esto juntos por un mundo mejor, por un planeta saludable para nuestros hijos y nuestras futuras generaciones.

Luchemos y no nos rindamos. Así como una asociación de vecinos puede movilizarse y ayudar, pienso que esto es un mínimo pero necesario paso para luchar contra el cambio climático. Pero así debe ser, empezando por algo pequeño y haciéndolo enorme. Esto también está apoyado por muchas organizaciones ya creadas que hacen lo mismo: Ayuda en Acción, la ONU, Cáritas, Cruz Roja…

Abramos nuestros horizontes, nuestras miradas, nuestros sistemas de búsqueda. Movilicémonos y seremos muchos en un solo movimiento. Por todos, por nuestro planeta.

Sobre el autor

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Vivo en Granada y me gustan las manualidades, el piano, el vóley y el balonmano. También me encanta estar en el campo y con mi familia.
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