Marta Martín Delgado
Dickens solía empezar sus novelas con la figura de algún niño desfavorecido que vive bebiendo el agua de ríos sucios, sin acceso a hospitales, respirando gases de fábricas… Siento decirte que estas situaciones traspasan el papel: ocurren en la vida real, donde las diferencias entre nuestro poder adquisitivo son más que evidentes y los efectos de la contaminación…